Encabezando una masiva manifestación en el centro de Rancagua, la diputada, Alejandra Sepúlveda, condenó una vez más la instalación de la Central Termoeléctrica en Pichidegua.
Acompañada de numerosos vecinos de la comuna, la parlamentaria dijo una vez más “no a la construcción de esta obra y al nocivo impacto que tendrá en las zonas agrícolas más importantes del país”.
La diputada expresó que “el año pasado le entregamos una carta dirigida al Presidente de la República, Sebastián Piñera, respecto a la inconveniencia de instalar esta planta energética, ya que consumiría 35 litros por segundo, es decir, más de 120 mil litros por hora”.
Además, Sepúlveda indicó “ahora estamos con esta acción, la que deja en claro que la comunidad no quiere la edificación de esta central. El gobierno no puede hacer oídos sordos a la voz de los vecinos, así como ocurrió con Hidroaysén”.
Recalcó que a la instalación de la termoeléctrica se suman además a las características climáticas de la zona que no permitirían la liberación del material particulado que expande la combustión de la termoeléctrica.
“Esto pone en peligro la tierra, el aire y el agua, es decir, es completamente perjudicial para Pichidegua”, enfatizó la legisladora, en las afueras del SEA, donde llegaron los ejecutivos de la empresa Fibroandes a defender el proyecto.
También la legisladora insistió que “esto afectará el corazón de la zona agrícola y nosotros no estamos disponibles a apoyar una iniciativa que perjudicará la calidad de vida de miles de habitantes”.
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